Esta es la primera pregunta que uno debe hacerse al momento de comprar un carro usado.
Puede que nos encante, por ejemplo, un carro deportivo, pero si tenemos una familia numerosa, claramente este modelo no servirá para transportarlos a todos.
O en otro caso, si nos gustan los autos grandes, pero en realidad necesitamos un carro económico para desplazarnos por la ciudad, un SUV con un motor superior a los 2.0 litros puede significar un gasto demasiado elevado en gasolina, a diferencia de un citycar.
En este ítem los elementos más comunes que se contemplan son los airbag, frenos ABS, control electrónico de estabilidad, asistentes a la frenada de emergencia y control de tracción, entre otros. Hay que tener en cuenta que recién a contar de 2019, de acuerdo a la norma oficial NOM-194-SCFI-2015, las empresas que venden autos nuevos en México están obligadas a comercializar vehículos que traigan elementos como airbags o frenos ABS, por lo que hay muchos autos usados que aún se están comercializando sin estos dispositivos.
Normativa de seguridad para autos en México
Si un carro va a tener un destino familiar, lo que más necesitará es espacio, por lo que se debe tener en cuenta el tamaño del vehículo, la cantidad de butacas y la capacidad de la cajuela. En este caso, también es bueno tener en cuenta qué elementos se ha de transportar, para así determinar el tipo de carrocería, ya sea que se trate de una camioneta cerrada o de una pickup.
Si, por ejemplo, buscamos un carro para trabajar con él todos los días, en el que se transporten elementos pesados, además de la carrocería, debemos poner atención a la capacidad del motor.
Siempre es recomendable revisar cuál es el rendimiento que el carro tiene en ciudad y en carretera para tener en cuenta cuánto se gastará mensualmente en combustible.
Ver si se prefiere una caja de cambios manual o una automática. Este punto puede hacer un filtro significativo en el proceso de búsqueda.
Debes tener claro si necesitas que el carro tenga ciertos elementos que no vienen en todos los vehículos, como aire acondicionado, mandos al volante, alza vidrios electrónicos, sensor y/o cámara de retroceso, sistema de bluetooth, entre otros.
Aunque conlleva ciertos riesgos comprar un carro con más de 4 años de antigüedad, si te resguardas con el Informe Autofact y te asesoras con un buen mecánico para hacer la revisión física, puedes adquirir un carro de una marca reconocida en el mercado, con respaldo en distintos talleres a un precio muy conveniente.
Este tipo de carros ya asumieron el impacto de la depreciación que sufre un auto nuevo y gran parte de ellos aún están cubiertos por la garantía de la marca, por lo que son ideales si buscas un vehículo moderno, con buen equipamiento, pero a no tan alto costo como uno recién sacado de la fábrica.
Tiene sus ventajas comprar un auto nuevo, porque sabes que no hay desgastes en las piezas, tienes acceso a la garantía de la marca y estarás recibiendo la primera factura del carro. Sin embargo, debes tener en cuenta factores como la depreciación, que golpea más fuerte en un carro recién comprado; y el precio que, en comparación con un auto usado, aumentará exponencialmente en la medida que más equipamiento traiga.
Es muy importante tener claro cuánto es lo que se espera pagar por el carro que se está buscando, sobre todo si la compra se realiza a través de algún tipo de crédito.
Para evitar problemas financieros o legales en el futuro, antes de cerrar cualquier trato, es necesario calcular cuál va a ser el valor mensual que se deberá pagar por el vehículo y analizar, en conjunto con todos los otros gastos que se tiene en el mes, si se va a poder cumplir con la obligación monetaria pactada.
Puedes comprar tu próximo auto en una empresa concesionaria, donde venden carros nuevos, semi nuevos y usados; en un lote de autos; o hacer el trato directamente con un particular.
Si vas a efectuar la compra en una empresa o en un lote, asegúrate de que se trate de un lugar establecido y reconocido.
Si vas a comprar directamente a un particular, revisa bien los antecedentes del vehículo, del vendedor, y no descartes la asesoría de un profesional en el proceso de la revisión física.
Teniendo ya una idea clara del carro que quieres, de sus características y de lo que más o menos tiene que costar, podrás hacer un filtro y empezar a definir la marca y el modelo que más se acomoden a tus necesidades.