Son 917,315 los vehículos automotores de todas las categorías que ingresaron al parque vehicular de México entre enero y noviembre de 2022, una cifra que sigue creciendo cada año y generando diversas preocupaciones en las autoridades, como los embotellamientos característicos de las grandes ciudades en horas pico o los altos niveles de polución ambiental que aportan.
Con el fin de buscar soluciones para regular y mitigar el impacto del tránsito vehicular en nuestro entorno y en la calidad de vida de todos los habitantes del país, el Gobierno Federal ha aplicado el cobro de impuestos ambientales para automóviles, también conocidos como impuestos verdes.
En palabras simples, el impuesto verde para vehículos le pone un precio a la contaminación que emitirá la unidad durante su vida útil, con el fin de desincentivar el uso de combustibles fósiles, motivar la adopción de nuevas tecnologías que sean amigables con el medio ambiente e invertir lo recaudado en acciones para descontaminar el aire de las grandes ciudades.
Así, en la actualidad, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales establece que la clasificación de “impuesto verde” para automóviles o motocicletas considera los siguientes gravámenes:
Pero, ¿cómo funcionan estos “ecotributos”? ¿En qué momento se paga este tipo de impuestos? ¿Qué clase de vehículos están obligados a pagar impuesto verde en México? Descubre esto y más sobre el tema, a continuación.
Dentro de los considerados “impuestos ambientales”, que mencionamos en la sección anterior, la Tenencia es una tarifa que se debe pagar anualmente, solo por el hecho de poseer un vehículo, aunque existen programas de exención para conductores que cumplan con ciertos requisitos mínimos.
En tanto, el Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) es un valor que viene incorporado en el precio del combustible que compras en el día a día, por lo tanto, se te cobrará cada vez que necesites recargar el tanque de gasolina o diésel de tu auto o motocicleta.
Por último, está el Impuesto Sobre Automóviles Nuevos, que, como su nombre lo dice, recae sobre el precio de los vehículos cero kilómetro, y se cobra al comprador en el momento de la enajenación de automóviles nuevos, no así en unidades de segunda mano, instancia en que se cobra el impuesto sobre la adquisición de autos usados.
¿Quiénes deben pagar el ISAN? Todas las personas, físicas o morales, que compren un vehículo nuevo, sin importar si se trata de un carro, moto, bus, camión, camioneta pick-up, o cualquier otro destinado a circular por la vía pública, deben cubrir el gravamen al momento de pagar la unidad en la agencia concesionaria.
Para el cálculo del Impuesto Sobre Automóviles Nuevos, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales toma en cuenta el precio de venta de la unidad y los accesorios que forman parte de su equipamiento.
De esta forma, los contribuyentes deben hacer los pagos provisionales hasta el día 17 de cada mes en ejercicio para cubrir la compra de todos los autos nuevos que se hayan realizado el mes anterior.
Este pago se hace a través de declaración presentada en la oficina autorizada para recaudación en tu estado de residencia, dentro de primeros 3 meses desde la fecha en que se hizo la compra del vehículo, excepto si se trata de una importación, en cuyo caso se deberá pagar en la Aduana, junto con el Impuesto General de Importación.
Para la vigencia 2022, los valores de este impuesto verde quedaron así:
En este sentido, la Ley del ISAN, en su artículo 8, señala que están exentos del pago los vehículos que no superan los $272,471.43. Otras excepciones para el pago de este impuesto verde son:
Los impuestos ambientales ofrecen un sinnúmero de beneficios para la comunidad y para el planeta, en general, pues permiten reducir la contaminación del aire y brindar una mejor calidad de vida a todos los usuarios de la vía pública.
Además, otras ventajas que vale la pena destacar son:
Vale destacar que, en 2022, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público proyecta una recaudación de 12,113 millones de pesos para el erario público, con ingresos mensuales de unos 1,000 millones de pesos, aproximadamente.
Estos ingresos, por cierto, son invertidos en programas o acciones gubernamentales tendientes a la descontaminación de los grandes polos de desarrollo urbano, en especial en los que se refiere a la polución producida por el funcionamiento de los motores de combustión interna.
La electromovilidad en la industria automotriz y su creciente oferta de autos eléctricos están abriendo una real oportunidad para adquirir una unidad de cero emisiones, con lo cual tendrás la oportunidad de movilizarte de manera más limpia, y evitar así el pago de impuesto verde al comprar un carro o una moto.
En este sentido, a pesar de que el mercado de vehículos eléctricos todavía representa una ínfima parte del total de ventas anuales de coches nuevos, es importante que sepas que cuenta con varios beneficios para quienes los prefieren, como por ejemplo:
1. Los modelos de vehículos que incorporan un sistema híbrido o eléctrico no pagan impuesto verde ISAN.
2. Si se trata de vehículos de carga, cuentan con un 20% de descuento en peajes y tarifas preferenciales para la recarga de vehículos eléctricos en domicilio.
3. Instalación gratuita de medidores independientes para la recarga de vehículos eléctricos, lo que permite ahorrar un 40% en el consumo.
4. No deberán pagar el Impuesto sobre Tenencia de Vehículos (en la Ciudad de México).
5. Tampoco será necesario pagar los derechos correspondientes por servicios de control vehicular. Solo requiere la renovación de la calcomanía cada 8 años y una verificación vehicular tradicional (en la Ciudad de México).
6. Reduce la dependencia de combustibles fósiles y el gasto que implica cargar de gasolina el tanque de tu carro.
7. Permiten recaudar una parte importante del presupuesto de la nación, el cual se invierte en acciones para luchar contra la contaminación provocada por los autos.
Por último, recuerda que si tienes un vehículo híbrido que no fue dado de alta como tal, deberás acercarte a la Secretaría del Medio Ambiente obtener un comprobante que señale que el auto es híbrido y, por tanto, no está obligado a pagar impuestos verdes.