Cuando un carro sufre un desperfecto en la calle o en las carreteras, si no tienes a la mano el contacto de una grúa, lo primero en lo que se piensa es en pedir ayuda a un amigo o familiar para que te remolque.
Lo cierto es que, si bien esta práctica es bastante común, remolcar un automóvil en la Ciudad de México está prohibido según su Reglamento de Tránsito, donde se expone lo siguiente en su artículo 12:
“Está prohibido remolcar o empujar otros vehículos motorizados si no es por medio de una grúa”.
Estas son las excepciones que están permitidas en la normativa capitalina:
Debes tener en cuenta que, en el caso de los vehículos de transporte público en cualquiera de sus modalidades, solo pueden ser remolcados por una grúa.
Si eres sorprendido jalando o empujando otro auto en la jurisdicción de la CDMX, te expones a las siguientes sanciones:
Sí, la multa se impondrá de todas maneras en la Ciudad de México y el procedimiento es el siguiente:
El policía de tránsito te cobrará la multa en el sitio en el que fuiste sorprendido cometiendo la infracción, y si no dispone de los dispositivos para ello, el agente retirará la placa delantera de tu vehículo o retendrá tu licencia de conducir o la tarjeta de circulación de tu carro.
Una vez que realices el pago de la multa y lo acredites, podrás recuperar los documentos retenidos.
Para pagar el importe asociado a esta infracción de tránsito, puedes hacerlo de la siguiente manera:
Hay algunas multas que se cursan a la placa patente de un vehículo que, en caso de comprar un carro usado, corres el riesgo de heredar.
Por ello, antes de avanzar en cualquier negociación, te recomendamos que revises el historial del vehículo en el Informe Autofact, donde encontrarás un completo reporte sobre multas impagas, adeudos de tenencia, reporte por robos, entre otros antecedentes del vehículo que te permitirán hacer una compra segura.