El embrague o clutch es fundamental para el funcionamiento de un vehículo. Tanto los carros estándar como los automáticos tienen embrague, solo que de tipos diferentes.
Pese a ello, la gran mayoría de las veces conversamos de los clutch de carros estándar, que tienden a desgastarse más, en muchos casos por negligencias de los propios conductores que van acortando su vida útil, con algunas malas prácticas que ya te contaremos.
En palabras simples, el embrague permite la transmisión de las variaciones de potencia del motor hacia la caja de cambios y posteriormente a las llantas. Sin el embrague no podrías pasar de marcha ni poner el carro en punto muerto para encenderlo.
El embrague, además, se considera como un mecanismo de acción voluntaria que permite transmitir o interrumpir el envío de energía mecánica desde el motor a la caja de cambios.
Dicho lo anterior, cuando pisas el pedal de embrague, que está a la izquierda de los pedales del coche, lo que ocurre es que el sistema de embrague desacopla las rpm del motor con la caja de cambios para que puedas cambiar de marcha.
Al soltar el pedal, volverán a acoplarse motor y caja de cambios para seguir andando con una nueva marcha. A su vez, el embrague permite iniciar en primera, puesto que, si no hubiera embrague, no podrías pasar primera con el motor girando. Y, en consecuencia, no podrías andar.
En este video puedes ver gráficamente su funcionamiento:
Fuente video: Motorgiga TV
Resumiendo, un poco, el cigüeñal, que recibe el movimiento de los pistones para girar, está conectado a un volante de motor, el cual está conectado a la caja de cambios a través del embrague o clutch.
Cuando el motor está en segunda, por ejemplo, el embrague o clutch está girando a la par de las vueltas del motor, pero cuando pisas el embrague para pasar tercera, el clutch desacopla el motor de la caja de cambios, para que puedas pasar de marcha.
Luego, al soltar el pedal, se vuelven a acoplar motor y caja, esta vez en tercera. Cuando quieras pasar cuarta, o bajar de cambios a segunda nuevamente, el funcionamiento y lógica es la misma. Las llantas solo girarán cuando motor y caja estén acoplados.
El clutch o embrague no es una sola pieza, tiene algunas partes que lo conforman. Entre ellas destacan:
Es la pieza dentada que gira a la par de las revoluciones del motor a través del cigüeñal. Para arrancar un motor, los dientes del volante de motor están conectados a los dientes del burro de arranque. Ahí se produce el primer giro, cuál manivela, para arrancar.
Conocido también como disco de fricción, tiene sus dos caras cubiertas con materiales de alto coeficiente de roce, actualmente fabricados con elementos cerámicos parecidos a las pastillas de freno.
El disco de embrague es el encargado de conectar motor y caja de cambios. Cuando pisas el pedal se desacopla motor y caja, separando las superficies de fricción, y al soltar se vuelven a acoplar.
Es el otro "pan del sándwich". Por un lado, está el volante del motor, en medio el disco de embrague y por el otro el plato de presión. Se encarga de mantener el disco en su posición cada vez que se pisa y suelta el pedal.
Un muelle de diafragma en el centro, denominado araña, es el que permite que el disco acople y desacople sus superficies de fricción para que puedas pasar de marcha.
Este rodamiento hace presión sobre el muelle del diafragma del plato para poder desacoplar el embrague. Su función es hacer presión en el diafragma cada vez que pisas el embrague y deja de hacerlo al soltar el pedal.
Si hay una falla en el sistema de embrague, lo más recomendable es cambiar todas las piezas que te acabamos de describir. De ellas, la más costosa es el volante de motor o volante de inercia.
Para evitar fallas, si quieres cuidar la vida útil del clutch o embrague, te dejamos las siguientes recomendaciones: