El manejo defensivo tiene una consigna por excelencia: plantear la seguridad como valor fundamental. Nada es más importante que mantenerte a salvo, ni llegar a la hora, ni un evento, ni siquiera el cumpleaños de un ser querido.
Estar siempre atento, ser paciente y nunca ser agresivo al volante, son algunas de las actitudes primordiales a la hora de mantener tu seguridad y la de quienes van contigo.
En valores prácticos, manejar a la defensiva es la estrategia para evitar accidentes de tránsito que todo conductor debe usar para adelantarse a los errores ajenos y tomar buenas decisiones.
Hay técnicas que debes tener interiorizadas al momento de conducir. Estar consciente de ti mismo y de la condición en la que manejas: si estás aburrido, somnoliento o estresado, por ejemplo, todo eso afecta en tu rendimiento.
Para ser prudente y aplicar de mejor forma el manejo defensivo, te dejamos algunas técnicas que, si las sigues, de seguro harán tus viajes más seguros:
Pon atención a las acciones de los otros conductores, sé consciente que en cualquier momento pueden equivocarse y jamás des por sentado que conducen como tú.
En cualquier momento puede surgir un imprevisto en la vía. Por eso mantén siempre la distancia con los otros vehículos, para que, si surge un frenado inesperado o algo anormal en el camino, siempre tengas tiempo de respuesta. La recomendación es, como mínimo, poder ver por completo la placa del vehículo de adelante.
Es muy importante que los conductores que te rodean sepan tus siguientes movimientos. Utiliza las luces de viraje e intermitentes, al igual que el cambio de luces. Mientras más comunicación tengas con los demás, mejor.
Hay veces que uno se da cuenta tarde que tiene que realizar un viraje o detenerse en un lugar. Por eso, siempre es mejor pasarse y tomar el retorno más próximo antes que realizar movimientos inesperados para quienes nos rodean en la vía. Es mejor perder un segundo de tu vida que tu vida en un segundo.
No existe ningún vehículo que no lo tenga. Se trata del lugar exacto donde un vehículo que va a tu lado, no se ve ni por el rabillo del ojo ni por los espejos retrovisores (¡cuidado con las bicicletas y las motos!). Lo mismo al revés, preocúpate de nunca mantenerte en el punto ciego de otros vehículos, sobre todo si son más grandes, como camiones o autobuses.
Si otro conductor cometió un error o notas que está manejando de manera impetuosa, jamás reacciones o busques darle una lección. Lo mejor que puedes hacer es alejarte lo antes posible de su alcance.
Que tu carro esté en buenas condiciones es un gran paso para tu seguridad, ya que muchas veces los errores en la vía no se comenten por faltas de los conductores, sino por averías de los vehículos. En ese sentido, es muy importante que le hagas mantenciones preventivas a tu carro periódicamente.
Con todo lo anterior, manejar de manera defensiva es estar consciente de que, si tenemos cuidado con los otros conductores, estamos cuidándonos a nosotros mismos.