Cuando tienes un auto y comienzas a evaluar la idea de venderlo con la idea de renovarlo o conseguir liquidez para otros proyectos, una de las primeras dudas que aparece es “¿cuánto vale mi auto?”. Si tenemos experiencia en el tema, la respuesta llegará rápido, pero si es tu primera vez como vendedor, puede ser una tarea compleja.
¿Por dónde comenzar? Son muchos los factores que pueden influir en el valor comercial del automóvil o motocicleta que quieres poner en venta y, por eso, es importante tener una visión amplia de todos ellos y de qué forma afectan su avalúo, pues eso definirá qué tan bueno será el negocio que tienes en mente.
Saber cuánto vale tu auto y entender el porqué de ese precio es una ventaja tanto para el comprador como para el vendedor. Algunos de los beneficios de establecer el valor comercial correcto de la unidad en venta son:
Por eso, en este artículo conocerás cuáles son estos elementos clave que hay que considerar a la hora de ponerle precio a un vehículo y que deberás considerar, tanto quieres vender un vehículo usado como si buscas comprar uno a un precio justo y acorde al mercado.
Para ponerle el precio adecuado al auto o motocicleta que quieres ofrecer en venta, tienes que tener en cuenta todos esos factores que influyen directamente en el estado mecánico de la unidad, su funcionamiento o su estética, así como las tecnologías que incorpora, equipamiento y otros que revisaremos a continuación.
Basándote en la marca, modelo, año y prestaciones del carro, puedes conocer los rangos de precio en los que se tranza el vehículo en el mercado de autos usados y, así, establecer un precio realista para tu venta, en relación con todos los puntos que veremos en este listado.
Para conocer el precio promedio de un modelo de auto en el mercado actual mexicano, puedes comenzar consultando en los sitios web de ventas de autos usados que operan en territorio nacional o las agencias de vehículos usados.
Considera que el valor comercial de un carro siempre irá conectado con el factor que veremos a continuación: el año de venta de la unidad, puesto que dos coches de un mismo modelo se pueden vender con muchos años de diferencia, con lo que pueden cambiar muchos elementos del vehículo y, con ello, su precio.
Generalmente, mientras más nuevo sea el carro, más caro será. Esto se debe a que los modelos más nuevos incorporan nuevas y sofisticadas tecnologías, diseños más modernos, mejores prestaciones y materiales con los que se confeccionan sus partes.
Así, incluso un mismo modelo de distintos años puede llegar a ser tan distinto como un modelo nuevo, por eso es tan importante considerar no solo el año de venta de la unidad, sino también aspectos como el kilometraje que se registra en el odómetro del vehículo.
¿Por qué es tan crucial el kilometraje? Porque puede tratarse de una unidad que solo tiene un año, pero puede haber sido utilizado como vehículo de transporte de pasajeros a través de alguna aplicación como Uber o Cabify, haber sido taxi o haber formado parte de una flota de rent a car.
Considera que, en promedio, el vehículo de uso particular recorre entre 15,000 y 27,000 kilómetros al año. Si ves un auto en venta que registra una cifra mucho mayor o menor que este parámetro, es una señal de alarma para buscar otras opciones.
Este elemento es decisivo al momento de avaluar una moto o carro. Aunque hay muchos detalles mecánicos que no se pueden observar a simple vista, hay otros que sí puedes ver, como abolladuras, cierre incorrecto de puertas y de la cajuela, líneas y posibles reparaciones de la carrocería, unión entre las piezas, el estado de los faros, manillas, etc.
Si estás preparado y conoces muy bien tu vehículo, podrías evaluar su condición física y mecánica por tu propia cuenta. Sin embargo, muchas personas no saben lo suficiente para hacerlo y, en esos casos, lo más recomendable es asesorarse por un mecánico experto que sea capaz de dar un diagnóstico certero para definir el precio de venta.
Para conocer la situación mecánica y física del vehículo, no solo es necesario hacer una inspección visual, sino también es fundamental subirse al carro y conducirlo un buen rato a distintas velocidades, poniendo atención en el sonido, el olor al interior de la cabina, el humo que expulsa y las vibraciones que genera el funcionamiento del motor.
También será necesario abrir el capó del vehículo y echar una mirada en su interior. Pon atención a las posibles manchas de aceite que pueden aparecer al fondo del habitáculo: estas pueden provenir de filtraciones que podrían estar todavía botando líquido y que, en muchas ocasiones, requerirá de reparación (lo que involucra gastos extra).
En este caso, puedes revisar el Libro Azul, que corresponde a un reporte en el que se detalla el costo promedio de los autos según su marca, modelo y sus propias características. Contiene precios de venta y compra de vehículos, incluyendo cargos e impuestos, con excepción de la tenencia y costo de las placas.
El precio de un carro o moto usada depende también de cuán bien cuidado está en relación con sus mantenciones preventivas o correctivas, y si ha pasado la última verificación vehicular.
Estos antecedentes permiten hacerse una idea mucho más cercana a la realidad y basada en algo concreto, pues un vehículo que tiene sus mantenciones al día funciona correctamente y tiene menos probabilidades de presentar fallas, con lo que podrías estar eventualmente ahorrando dinero a futuro.
Además, la situación de la verificación vehicular también nos da una idea de cómo está el vehículo en cuanto a la emisión de gases contaminantes, un aspecto que da pistas sobre el desgaste interno del motor, sobre su correcto funcionamiento y, por consiguiente, sobre el precio que puedes ponerle a la hora de venderlo.